A la hora de crear la máscara decidimos generar algo monstruoso, siniestro. Queríamos que tuviera cierta familiaridad con un rostro humano y utilizar algún elemento que se desviara de ella para poder generar extrañamiento. Por eso utilizamos como molde la forma de un rostro normal y generamos la alteración en los ojos.
Durante la primera sesión estábamos conformes con el resultado. Pero luego de pedirle una devolución a nuestro profesor nos dimos cuenta de que la máscara, a pesar de haber sido construida, era algo ya visto anteriormente, ya hecho. Además en las fotografías todas las poses eran estáticas y faltas de corporalidad. Por lo tanto decidimos volver a intentar otras opciones.Surgió la idea de que se adoptara una postura que podría tomar una modelo en una sesión fotográfica y mostrar el cuerpo de una persona normal para generar una ruptura con la máscara. Me hubiera gustado haber explorado otras posibilidades y no haber partido del esquema pre armado de la forma de una máscara tradicional, ver que otras cosas pueden conformarla.
Armado
Trabaje con Denise Chirich, Mailén Duhalde y Florencia Brukaló
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